EUSEBIO PUELLO (1811-1873). Independentista y anexionista.
Nacido en Santo Domingo, tomó parte el 27 de febrero de 1844, junto con otros patriotas, en la reunión de la Puerta del Conde durante la cual se proclamó la independencia de la República Dominicana. Esa participación le valió que la Junta Central Gubernativa le confirmara el grado de capitán que le había sido otorgado por el Gobierno haitiano.
Siendo Presidente, Pedro Santana lo elevó al rango de teniente coronel. En 1845 se dirigió a San Cristóbal al frente de una tropa para sofocar una rebelión que había estallado en ese pueblo y se le encomendó el fusilamiento de los insurrectos. En ese mismo año fue designado comandante de infantería con objeto de apaciguar Puerto Plata.
Cuando sus hermanos José Joaquín y Gabino fueron acusados por Santana de encabezar una conspiración contra el Gobierno, proceso que terminó con su fusilamiento, Eusebio fue inculpado como cómplice y condenado a tres años de reclusión y pérdida de su grado militar. Poco después fue liberado y reintegrado al servicio militar.
Nombrado primer jefe del Segundo Batallón del regimiento dominicano con sede en Santo Domingo, fue destinado al Estado Mayor de Santana, hasta que en 1849 recibió el grado de coronel. De 1853 a 1854 ocupó la comandancia de armas de Sabana de la Mar e interinamente la de El Seibo, obteniendo luego en propiedad la de San Juan de la Maguana. En 1855, cuando ocurrió la invasión del emperador haitiano Faustino Soulouque, el general Juan Contreras le confió la dirección de la batalla de Santomé, en la que derrotó al enemigo.
Cuando Buenaventura Báez volvió al poder en 1856, lo designó comandante de Las Matas de Farfán. Estando en ese cargo sucedió la revolución de Santiago. En calidad de prisionero, fue enviado a esa ciudad, donde aceptó combatir a los sublevados de Samaná, pero fracasó y tuvo que ser evacuado por el general Ramón Matías Mella. Sin darse por vencido, reagrupó sus tropas y el 4 de mayo de 1858 entró en esa población después de un largo y reñido combate. En ella permaneció hasta agosto de 1859, cuando retornó a la capital. Un mes después se declaró otra rebelión en Azua, adonde fue con el general Antonio Abad Alfau. Capitulada la plaza, se le encargó su mando.
En los días previos a la anexión de la República a España, Santana lo envió a la región fronteriza. Cuando tuvo efecto el cambio de régimen, enarboló el pabellón español en San Juan, Las Matas, El Cerro y Sabana Mula. Siendo general de división de las reservas, acompañó al general José de la Gándara por el sur para apagar todo conato de insurrección. En el curso de esa campaña fue promovido, en premio a su acción en El Guanal de Paya, al grado de mariscal de campo del ejército español y en 1864 se le otorgó la gran cruz de Carlos III.
Tras recuperar la República su soberanía en 1865, marchó a Cuba, donde se le reconoció su mariscalato. Al iniciarse, tres años después, la guerra de independencia en esa isla, siguió siendo fiel a España y combatió a los rebeldes. Murió en plena campaña en Nuevitas en 1873.
Fuentes desconocidas.
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